Traducción escrita jurada

Traducción escrita jurada

¿Qué es una traducción jurada u oficial?

Las traducciones juradas son traducciones certificadas que incluyen una declaración jurada, así como el sello, la fecha y la firma del traductor jurado. En ocasiones también se les llama traducciones «oficiales». Garantizan la autenticidad y le confieren al documento la misma validez que el original. Estas traducciones solamente las pueden realizar los profesionales reconocidos por las autoridades competentes: los traductores jurados.

¿En qué contexto nos pueden solicitar una traducción jurada?

Las traducciones juradas son necesarias en algunos procedimientos administrativos, generalmente en el caso de documentos oficiales, en específico los documentos del estado civil (extractos del certificado de nacimiento, de matrimonio o de defunción; testamentos; convenio de divorcio; permiso de conducir), documentos profesionales (personalidad jurídica de una empresa, balances de empresa, licitaciones, patentes), documentos jurídicos (sentencias, actas notariales, trámites procesales, documentos administrativos) y también diplomas, resultados académicos, certificados o resultados médicos, certificados de seguros…

En el ámbito comercial, se recurre a las traducciones juradas para los contratos comerciales, los documentos del transporte, los documentos técnicos u otros documentos que permiten limitar los riesgos de litigios.

Los documentos certificados que elabora un traductor jurado tienen la misma validez jurídica que el original ante las instituciones francesas y extranjeras. Al emitirlas se les debe asignar un número único de registro.

¿Cuáles son las particularidades de la traducción jurada?

Un traductor jurado es un experto judicial al que le ha concedido el título la comisión del tribunal de apelación o el fiscal de la República tras una comisión que se celebra una vez al año. Para que su certificación sea válida ante la administración francesa y los tribunales, el traductor jurada tiene que prestar juramento ante las autoridades competentes mencionadas anteriormente.

El traductor debe justificar una formación en traducción profesional (máster de idiomas extranjeros o escuela especializada), una experiencia profesional significativa y presentar su solicitud ante el tribunal de última instancia de su jurisdicción para poder prestar juramento.

Esta certificación garantiza que el profesional posee el rigor necesario para realizar una traducción fiel al original. Al poner el sello, el traductor jurado menciona la jurisdicción ante la cual prestó juramento, así como los idiomas para los que está habilitado. Cada página de la traducción debe estar numerada, firmada y debe indicarse claramente el final del documento para que no se puede añadir, modificar ni suprimir texto ulteriormente.

Los traductores jurados deben cumplir con las normas deontológicas estrictas que atañen a todos los expertos de justicia y, por tanto, deben contar con conocimientos técnicos y de procedimiento que garanticen la calidad de la traducción.

Como funcionario judicial que es, el traductor jurado también interviene cuando se requiere una traducción o una interpretación en el ámbito judicial (detención, interrogatorio, audiencia, investigación…)

En este sentido, ejerce a la vez en el sector privado y en el sector público.

Estatus profesional/ contexto para ser traductor jurado

Prácticamente ningún traductor jurado es asalariado.

Francia, sin incluir los territorios de ultramar, comprende 30 tribunales de apelación. Cada uno nombra anualmente a expertos en función de las necesidades. Es necesario residir en la jurisdicción administrativa del tribunal de apelación al que se postula, pero, una vez se obtiene la certificación, esta es válida para toda Francia. En total, hay aproximadamente 3500 traductores jurados en Francia.

La mejor estrategia es realizar un análisis previo de las listas oficiales para identificar qué tribunales de apelación pueden requerir intérpretes jurados en su (o sus) idioma(s); esto también requiere considerar a la población extranjera presente en la jurisdicción. Ejemplo: el tribunal de apelación de Niza necesitará probablemente más traductores de italiano que el de Poitiers.

A los traductores jurados se les impone una jubilación forzosa a los 70 años. Si investigan sobre la edad de los traductores en activo, podrán identificar cuáles serán las necesidades futuras. Para presentarse, simplemente deben completar un formulario de candidatura disponible en la página web del tribunal de apelación de su región.

¿Qué proceso debo seguir si la traducción jurada va dirigida a un país extranjero?

Para que una autoridad extranjera que no haya firmado un acuerdo bilateral con Francia autentifique un documento traducido y certificado en Francia, se pueden exigir trámites adicionales. Se trata de la legalización y de la «apostilla». Es un procedimiento por el cual el ayuntamiento o un notario legitima la firma del traductor. El traductor jurado debe estar presente y presentar tanto el documento traducido como el original. También es posible legalizar un documento comercial ante la cámara de comercio, la embajada o el consulado, si dicha traducción se ha realizado en el extranjero.

¿Cómo podemos ayudarle con este trámite?

Nuestro gran equipo de traductores jurados nos permite ofrecerle la traducción rápida y en algunos casos urgente de los documentos mencionados con anterioridad, al idioma que sea, siempre y cuando el francés forme parte de la combinación lingüística: ya sea lengua de partida (desde el francés) o de llegada (hacia el francés). Escogeremos al traductor más competente en función de su ámbito de especialización.

Todos nuestros traductores son lingüistas expertos, cualificados y profesionales del ámbito en el que trabajan, por lo que les garantizan una traducción fidedigna.

Envíenos su solicitud por correo electrónico indicando el tipo de documento y, si es posible, una copia digital. Le enviaremos rápidamente un presupuesto y un plazo para la traducción.

Para que un traductor jurado certifique un documento como «de conformidad con el original», es necesario que disponga de dicho documento. Por ello, el plazo de traducción comienza al recibir el original por correo. Una vez que haya imprimido y certificado el documento, se le enviará tanto el original como la traducción con correo.